Esta vez hemos estado pateando por las calles y rincones más sucios de Hamburgo, más concretamente en torno al barrio de Sanct Pauli. Un gran contraste en cuanto al centro más estricto de la ciudad, con sus rascacielos y sus frías oficinas de cristal y acero entre las que transita el metro de la ciudad al aire libre y en ocasiones por encima de los viandantes. Sanct Pauli es en cambio, una verdadera selva de graffiti, punkis y okupas, donde manda gente como Frost y la 187 crew.
Cabe destacar la mítica ocupa Rote Flora, situada en la calle principal del barrio al lado de una gran estructura de escalada que siempre está pintada. Todo en torno a Flora-Park, donde se entremezclan madres jugando con sus hijos con todo tipo de trapicheos, peleas entre borrachos, yonkis, un centro social, y un skatepark… Welcome to Hamburg