Nos damos una vuelta por la capital de Rumania, Bucarest.
La primera sensación que tenemos es de estar en una ciudad estancada en el tiempo, con una arquitectura preciosa pero, en su mayoría, deshabitada o que no se ha restaurado en años. También te puedes quedar bocas viendo cómo está montado el cableado.
Si vas con mas de 2 personas la opción mas económica para moverte por la ciudad es el taxi, aunque tratarán de hacerte el lío, es lo que hay: eres un guiri.
Como verás en las fotos hay mucho graffiti: tags, pompas, piezas, alturas de canteo… aunque hay bastante movimiento de maderos por el centro.
Un buen sitio para ir unos días, hacer un poco de daño y tomarse unas cervezas baratas.