Situamos el punto de mira en Bohe, sangre nueva y muy activa en todos los terrenos, lo que podríamos denominar como un enfermo de verdad. Si echamos la vista atrás en el tiempo, podemos notar una notable evolución en sus acciones.
Un escritor limpio, amante de los colores planos, y poco efectista, que acostumbra a marcarse grandes piezas con un color predominante, por lo que acaba teniendo un gran impacto visual. Un nombre que esperamos seguir viendo por muchos años en la escena.