La pasada exposición de Aner, situada en Woody Metal, una céntrica tienda del centro de Madrid, fue visita obligada. Sus obras demostraron que mereció la pena: colores planos, formas simples y agradables, curvas, y un trabajo minucioso en las «tallas». Puro handmade desde las manos de este italo-madrileño de adopción.